Testimonios
Marisol, quiero agradecerte por todas las herramientas de las cuales me puedo acompañar en este proceso, gracias por la paciencia, amor y entrega que pones en tu taller es un honor para mí el poder coincidir con gente como tú y el grupo. Por primera vez me sentí identificada con personas que están pasando por lo mismo que yo, comprendí que tengo una mala relación con la comida y con mi cuerpo, pero que también puedo reaprender a alimentarme y esta vez hacerlo con más atención y comprensión a mí, es un proceso y entiendo que lleva su tiempo.
Hoy acepto y amo mi cuerpo sin importar su talla, elijo alimentos y situaciones que sólo brinden bienestar .
Mil gracias Marisol.
— B.J.F.
Me gustó mucho el taller. Me pareció bien dirigido, con una agenda clara, con ejemplos claros y precisos. Amé los videos que nos compartiste y el material didáctico siempre fue explicado con ejemplos reales. Los tiempos en grupo también me parecieron adecuados, y el seguimiento a las tareas fue constante.
Sentirme comprometida con la clase, y sentirme responsable de dar reporte de mis vivencias, creo que me ayudaron a ser constante y a estar atenta de no solo participar en clase, si no de también
hacer el día a día de la consciencia del hambre emocional.
La repetición de los términos como el hambrómetro, las guías de alimentación, legalizar la comida, aceptar mi «masita», etc. Reforzaron lo que iba aprendiendo semana tras semana. La participación de Yolanda también me gustó, ejercicios prácticos como las meditaciones guiadas, las posturas de la escultura, etc., me encantan, me ayudan a anclar la teoría.
Aprecio que siempre nos diste tiempo de preguntar, y contestabas todo, incluso en el whats después de clase.
Ampliamente recomendable. Me encantó.
Muchas gracias, con cariño.
— Paty Molina
Durante el desarrollo del TALLER MI RELACIÓN EMOCIONAL CON LA COMIDA, comprendí por fin, cómo es que ninguna «dieta restrictiva» fue, es o será la solución para mi control del peso corporal, como tradicionalmente lo creí.
El peso que perdí mediante las innumerables dietas restrictivas ha sido temporal y la constante a lo largo de mi vida… y vaya que le «echado ganitas», entiéndase perder muchos kilos (20, 30, 35 kilos).
A través de este taller me di cuenta que la gran mayoría de los planes de pérdida de peso coinciden en sugerir erradamente restricciones de uno o varios grupos de alimentos, satanizando a muchos o colocando una etiqueta de indeseables, generando una tensión que más tarde o temprano te compulsan a buscar nuevamente todo aquello «prohibido en tu alimentación», siendo el cuento de nunca acabar y sintiéndote peor que cuando iniciaste.
Sin duda este taller es el inicio de un proceso y un camino por transitar, una excelente herramienta de autoconocimiento y el mejor inicio para la reconciliación entre la comida y YO.
Te agradezco infinito Marisol todo tu apoyo y entrega durante el taller, la valiosa colaboración de Yolanda Santillán y la nueva edición de tu libro.
Una abrazo muy afectuoso y gracias totales!!!
— Norma A.
«Es un taller extraordinario que te permite hacer una pausa y voltear la vista hacia ti misma/o.
Te enseña a comprenderte, a analizarte sin juicio, a quererte mucho (así con tu «grasita» y tu peso).
Aprendes técnicas para llevar una mejor alimentación y separar tus emociones de la comida.
Hay otros temas que ayudan a valorarte y te motivan a emprender un cambio en tu vida, siempre con paciencia y cariño.”
— Edith H.
Cuando llegue a este taller, llevaba exactamente 20 años a dieta, el eterno círculo de restricción, premio, castigo, morir de hambre y luego comer sin control.
Sabía perfecto el camino, tenía que regresar a la dieta para “ponerme en orden” siempre me preguntaa ¿De verdad no he aprendido nada, después de tanta dieta? ¿De verdad no sé que alimentos me hacen bien? ¿Cuáles no? ¿Qué porciones debo comer?
Claro que me respondía que sí y entonces lo intentaba yo sola, pero al cabo de unos días volvía a comer sin darme cuenta y un día leí un post de Instagram de Marisol y sentí que alguien entendía lo que pasaba en mi cabeza.
Me metí a su perfil y encontré todas las respuestas que necesitaba y la verdad es que no, no había aprendido nada pero la dieta era lo de menos, en realidad no había aprendido nada de mi. Ha sido maravilloso conocer a Marisol y a un grupo de personas que hablamos el mismo idioma, que empatizamos y nos entendemos; pero lo mejor ha sido conocer esa parte de mi que no aceptaba.
Sé que me queda un largo camino pero ahora se por donde debo caminar. ¡Gracias, gracias , gracias Marisol!
— Vanessa-CDMX
El taller me ayudó a entender que tengo un problema con raíces emocionales y que creía era un problema de alimentación, quería controlar mi tristeza, mi mala autoimagen, mi falta de amor propio controlando mi forma de comer. Me di cuenta que es un problema profundo, pensaba que con estudio, conocimiento, hacer una dieta y otra, algún día lo alcanzaría, este curso me hizo ver qué lo ideal es que reaprender a sentir, sentir todo lo que quería evadir comiendo.
Me gustó la claridad con la que Marisol entiende, maneja y expone un tema tan difícil de entender, porque todo el mundo tiene una solución a esto pero no desde la raíz como este taller. Me siento muy afortunada de haberlo llevado en línea, siento que de otra manera no hubiera sido posible vivirlo, ir cada miércoles hubiera sido imposible ya que vivo en Monterrey.
Me gustaron mucho las dinámicas. Me reconfortaron las respuestas que les daba a mis compañeras y el respeto con el que ella lo maneja así como el respeto que todas tuvimos con las demás participantes.
Gracias nuevamente Marisol.
— Diana, Monterrey
Gracias Marisol, tu taller me ha cambiado la vida, me reconectó conmigo misma, volví a escucharme, a escuchar a mi cuerpo, volví amarme y aceptarme, me veo y me siento diferente y eso no tiene nada que ver con el peso, por fin me liberé del yugo de las constantes dietas que solo me hacían infeliz, hoy me elijo a mí, elijo comer con bienestar y elijo escuchar a mi cuerpo y darle lo que necesita.
— Karina. Honduras
Entre al taller de Marisol por recomendación de una amiga, ella insistía que el ejercicio y mi dieta eran una exageración. En el taller con las palabras de Marisol comprendí a que se refería.
Si bien no tengo muchos kilos encima, tenía mucho miedo a ser gorda, en mi casa eso está prohibido y eso me mantenía sin estar en el peso deseado y con un plato lleno de comida muy triste. Todos los días iba a gimnasio y a caminar. Entendí que con el grupo y sus anécdotas, más todos los temas que Marisol nos enseña, que me estaba haciendo daño.
Salgo del taller con muchos aprendizajes sobre mis sentimientos, con un mapa que se llama hambre emocional y que empieza a ser una guía más amorosa que la dieta.
Me siento tranquila en mi cuerpo y empiezo a reconciliarme con la comida. Se que aquí no termina y que la responsabilidad de darme bienestar es solo mía.
Gracias totales Marisol por compartirnos tu experiencia y todo lo que nos enseñas. Sin temor a equivocarme este es un taller que les recomiendo al 100%
— M.T., CDMX
No sé exactamente qué cosas de mi vida se conjuntaron en estos momentos, para expresar que este taller es de los que más ha tocado toda mi vida! Ha superado todas mis expectativas.
Entré buscando respuestas a 20 años de dietas, nutriólogos, especialistas, etc! Buscando que la dieta en la que actualmente estoy, fuera la última para poner fin a una parte de mi vida muy dolorosa.
Y salí con algo mucho más que eso! Con una forma de ver cómo a través del plato de mi comida, se ha reflejado toda mi vida, mis pensamientos, creencias y el nulo contacto con mi propio cuerpo en dónde están todas las respuestas!
Haciendo de este descubrimiento, un viaje a mi interior que con ningún otro terapeuta, había sentido! Ha sido una de las mejores inversiones que he hecho en mí!
Sería un desperdicio, no tomarlo.
GRACIAS es una palabra corta, para todo lo que Marisol me ha dejado con este taller!💖💞
— Ale, CDMX
Mi experiencia:
Fue un taller que tenía pendiente, pero con flojera y pensando “ojalá me ayude”, “espero la magia”.
No fue magia porque tengo y tuve que trabajar en mí, pero si fue magia por que en poco tiempo trabajé cosas de años y que me afectaban a mil.
Me voy feliz con un cambio de actitud y con tantas ganas de seguir adelante con este trabajo.
— Anónimo
Marisol:
Te agradezco el haber cambiado mi percepción, ahora puedo ver diferente, tu libro, el taller y la convivencia han resultado ser un nuevo punto de partida.
Gracias!
— Ángel
Me voy mucho más atenta y alerta de cómo yo tapaba mis sentimientos y mi miedo a ser vista como “solo” un cuerpo y por eso me saboteaba mucho por años; me escudaba en que “algo debo tener” o “no puedo” pero necesitaba darme cuenta que a veces me siento sola o insegura o ansiosa y no pensaba en mi bienestar.
Definitivamente si necesitaba oír todo esto y comenzar este cambio e ir a terapia para lograr estar más tranquila.
Muchas gracias por compartir tu propia experiencia y por ayudarnos a darnos cuenta.
— Cecy
Gracias Marisol por compartir tu experiencia y a través de esto ayudarme a conocer mi cuerpo y a quererlo y empezar a tratar de reconocer los sentimientos y emociones que me mueven a tener un atorón y mala relación con la familia.
Me voy muy feliz porque como que al aplicar tus recomendaciones voy a estar bien.
— Chery
Marisol:
Entré contenta a este taller por que sabía que me iba a servir, yo pensé que me iba a caer bien, pero se me fue de las manos por que superaste todas mis expectativas.
Es el comienzo de una nueva vida que me falta por vivir.
Te quiero dar las gracias por que aprendí mucho y sobre todo por que siento que esto me va a dar libertad.Mil gracias por todo, espero seguirte viendo. Gracias.
— Anónimo
Al principio de este taller estaba escéptico y no me consideraba una persona que tuviera problemas con la comida, asistí por acompañar a mi esposa, conforme avanzo el taller descubrí que soy comedor emocional, que compro compulsivamente y que no sabía reconocer mis emociones, las reprimo. Descubrí que hace tiempo no disfruto de la vida.
Hoy tengo herramientas que me servirán también en el futuro para lograr mis objetivos.
Gracias por esta enseñanza.
— Israel; CDMX
Estoy gratamente sorprendido del contenido de este taller, temas, pasos y forma de exponerlo por Marisol. Los resultados en mi forma de pensar y de sentir también me sorprenden. Me ha ayudado a identificar emociones que han afectado mi forma de actuar ante alguna situacion y ante mis emociones.
Me siento feliz de saberme en control sobre tomar la decisión de Qué, Cómo y Cuanto comer. Haciéndolo con conciencia, de forma saludable y las cantidades que necesito.
Me di cuenta de lo importante que es hacer lo que Quieres ademas de lo que Debes.
— Gabriel; CDMX
Gracias por el taller, me gusto la información. Voy a trabajar para hacer cambio de hábitos en mi salud y a poner mucha atención en mis emociones para cuidarme y tener una gran calidad de vida. Fué maravilloso darme cuenta que soy comedora emocional, pues nunca antes habia comprendido que tambien el restringirme siempre con la comida tenía que ver con mis emociones y mi forma de vivir.
— Mariana; CDMX
Tu trabajo me parece indispensable para la educación de nuestros hijos, nunca me hubiera imaginado lo parecido que comemos en casa, ahora entiendo a mi hija y a mi misma. Entiendo que no querer hacerme responsable de mis emociones y de mis sentimientos me seguirán llevando a la comida. Gracias Marisol por presentarme tantos sentimientos que no conocía y sé que ahora podre manejar sin taparlos con la comida, el camino empieza con mucho entusiasmo, quiero vivir en atención a mi.
— Ara; Cuernavaca
Este taller cambió la imagen que tengo de mi, de mi forma de vivir y de no querer ver mis emociones, que hoy descubro me llevan a comer por hambre emocional. Había leído sobre el tema pero definitivamente no es lo mismo tener ejercicios y tu guia Marisol que es parte importante durante el trabajo de cada sesión.
Agradezco conocerte por que ahora soy otra persona, con muchas ganas de seguir alimentando mi bienestar y no mi boca.
Gracias por existir!!
— Ale; Cuernavaca
Este taller me ha abierto a posibilidades infinitas, pues me ha permitido ver que mis miedos que me han tenido paralizada por muchos años, ahora pueden ser el motor para buscar un camino diferente y me haga actuar. Hoy al terminar el taller, estoy consciente de mis carencias, pero también, de que he puedo elegir ser feliz.
¡Muchas gracias!
— Sofía; Metepec
Este taller fué un parte aguas en mi vida, me enseño que hay un ser muy especial y valioso: yo!
Entregarte al taller con el pecho abierto es tener una experiencia inolvidable!
Te tendré siempre en mi corazón.
— Camila; CDMX
Me pareció un curso muy padre que te quita muchas vendas de los ojos y te ayuda o motiva para seguir adelante. Sigan así! Muchas Gracias por todo! Felicidades!
— Anónimo
Me encanto el taller, el enfoque, la información y la forma en que se da. Muy profundo, respetuoso y profesional. Me encanto! me voy muy satisfecha y con una nueva esperanza. Gracias.
— Aura; CDMX
El taller me lleno de esperanza y confianza en mi misma, porque ahora puedo lograr lo que yo quiera y si me equivoco, no se acabó. Volver a intentarlo y seguir practicando sin abandonar todo.
Vivir el aquí el ahora y confiar en mi misma, en mis emociones y sentimientos.
Gracias por esta oportunidad me esta cambiando muchos aspectos de mi vida.
— Elvira; CDMX
Hoy siento renovada y capaz de empezar nuevos proyectos en mi vida y decidida a empezar a “Sentir”. Gracias por existir y darme la oportunidad de recibir su retroalimentación que me hizo mucho bien, constatar tu experiencia, así como de mis compañeras.
Me voy llena de satisfacción y sabiendo que puedo y que siento.
Gracias
— Mariana; Metepec
Entendí muy bien el taller, desde el primer ejercicio, tomé todas las herramientas, lo que no había encontrado antes. Me gustaría mas tiempo y mayor espacio. Por primera vez escuche mi cuerpo, supe qué en realidad mi cuerpo necesita: poca cantidad de comida.
Ahora sé que no soy una enferma irremediable y eso me emociona muchísimo, además de que soy mi propia medicina, eso me ilumina y me compromete a atizar la llamita, estoy feliz!
— Liliana; CDMX
Muchísimas gracias por esta guía, para mi ha sido un antes y un después, es como haber estado ciega y ahora ver con claridad. El “gracias” queda corto con lo que me llevo.
Como lo comentaste, este es il inicio del mejor cambio que podré hacer en mi vida. Con los ejercicios sacas loo más profundo del corazón.
Gracias totales!
— Erika P.; CDMX
El taller me parece una gran herramienta para la vida, no solo para tener una buena Relación con la Comida. Me voy agradecida contigo Marisol por todo lo que nos trasmitiste y agradecida conmigo de brindarme este espacio de autoconocimiento.
Te felicito por tu labor, la constancia y la forma tan linda y profesional de llevar el taller.
Me llevo un gran compromiso conmigo y me voy segura de lograr mi meta, retroalimentandome todos los días.
Gracias.
— Erika
Gracias por compartirnos un trabajo aparentemente invisible porque sólo las mujeres que tenemos una Mala Relación con la Comida y las Emociones lo podemos ver.
Yo me quedó feliz de saber que podemos lograr cambios emocionales y físicos a través de tu taller.
Me sirvió mucho enfrentarme con mi realidad y saber que soy mujer como muchas que no sabía consentirse o controlar su vida. Poco a poco la ansiedad ha ido cambiando con este taller, encontré que la comida solo te nutre y no te afecta.
— Ivonne
Gracias por hacer de mi a través de tu terapia y el taller una persona más humilde.
Pude pedir perdón a quien lo quería y no podía y lo mejor, me pedí perdón a mi misma.
Gracias por hacerme ver que lo que yo creía un problema, es en realidad una oportunidad de crecer. Y también por hacerme ver que también merezco cuidarme, amarme y aceptarme a mi misma.
— Maricarmen
Quiero empezar por agradecerte el que estés viva y que hayas tenido el valor de aceptar que tenias un problema de salud, haberlo tratado y sobretodo el ayudar a las personas que tenemos problemas en la forma de alimentarnos para empezar a sanarnos y conocer nuestras fallas y virtudes. El haber venido a este taller va a tener (ya lo tiene) un impacto tan positivo en mi vida personal y laboral impactante.
Gracias soy una mejor persona que se va querer, a perdonar y aceptar como lo que siempre ha sido… mujer!
Un millón de gracias.
— Adriana (nutrióloga)
Este taller es altamente recomendable, comprobé que cada día es un inicio del buen vivir, de Bienestar y de una nueva y mejor vida. Como bien lo dices «un mundo lleno de emociones» que no conocía o no recordaba.
Gracias a ti tuve un reencuentro conmigo misma, me conocí, me acepté y me amé. Estoy segura de que la gente que me rodea, que comparte conmigo algo y me conoce también gozará de esta buena vibra que me llevo.
¡Gracias, gracias, gracias!
— Martha (nutrióloga)
Gracias por compartir tu experiencia, conocimientos y vivencias personales; personalmente fue lo que me permitió tener confianza y compromiso, ya que lo que se muestra del corazón y de los que se vive “es lo más sanador” la dinámica del taller me encantó, aprendí muchísimo!! De mi y de mi nueva forma de comer.
— Anónimo Metepec
Es una herramienta para mi vida que me permitió darme cuenta de la raíz de mi mala relación con la comida y como cambiarla para vivir en armonía y libertad conmigo. Tu experiencia me parece valiosísima para nuestro crecimiento y apoyo, además de las practicas y los ejercicios que me enseñaste.
Definitivamente hoy me voy de tu taller con un antes y un después.
Gracias a ti!!
— Ana
El Taller es muy interesante, clara la explicación eres muy amena y empática, lo único que puedo decir es gracias en toda la extensión de la palabra, por ayudarme a hacer conciencia de todo lo que estoy haciendo esperando resultados diferentes, por enseñarme a hacer una conexión con lo que siento para poder tener cambios positivos en mi vida.
— Ma. Carmen
Me gusto mucho el taller, pero lo más importante es que me sirvió para darme cuenta de más cosas que suceden en mi vida y de las creencias que manejo. Definitivamente el taller implica el principio de muchas cosas que debo trabajar, es una Gran guía y excelente inversión.
Te definiría como la empatía personalizada, es motivante ver a alguien que entiende por lo que pasamos desde su propia experiencia. Me abriste los ojos de muchas cosas y me gusto la forma ¡muchas gracias!
— I.L.
Me dio seguridad tomar el taller por tu personalidad, preparación que tienes sobre el tema y principalmente la peculiaridad de sensibilizarme ya que lo manejas no solo con teoría sino desde tu experiencia y empatía con nosotros, así que pude ver las heridas que me han llevado a la compulsión o restricción con la comida y tapar mi emociones.
Me dio pauta para trabajar en mi, reconocerme, sentirme merecedora de que valgo y de ser yo misma sin culpas y dejando de sabotearme.
Se me quito el miedo para seguir y responsabilizarme de ponerlo en práctica, estoy muy agradecida por tus enseñanzas y conmigo por darme la oportunidad de ser yo y haber tomado el taller.
— Luz María
De verdad antes de terapia contigo y el taller pensé que nunca iba a tener lo necesario para salir de mis conflictos emocionales y con el circulo vicioso que tenía desde hace mucho tiempo.
De la Terapia Individual pienso que ya merecía encontrarme contigo, fuiste mi regalo cuando lo necesitaba y aunque me siento abrumada porque sé que tengo que hacer mucho, tengo mucha tarea por delante pero ala vez me da mucha esperanza porque se que lograré el objetivo si sigo las enseñanzas que he aprendido.
El taller me parece muy completo, abarca todos los aspectos para sanarme, cuando estoy sola y tengo alguna duda sobre mi forma de comer, busco y me doy cuenta que ya me diste todas las herramientas para poder continuar yo sola en esta sanación.
¡Gracias Marisol!
— Martha S.
Mi vida ha empezado a cambiar, ahora se que soy una persona valiosa por ser yo misma. El proceso ha sido difícil y doloroso, por que abrí los ojos a mi realidad, pero poco a poco he ido encontrando mi camino.
Mi relación con la comida y las emociones hoy están separadas, logro satisfacer mi hambre estomacal y sigo descubriendo nuevas formas para lidiar con mis emociones. El peso ahora esta en segundo plano, mejor vivo feliz y descubriendo nuevas cosas de mi día a día. Gracias!!
— Anónimo
Mi compulsión ha cambiado, ahora me doy cuenta y puedo parar porque reflexiono en que la comida no sanará el problema.
He legalizado alimentos: como lo que me gusta pero he modificado cantidades, esto me deja sin antojo y por lo mismo no hay atracón, al no compulsarme o tener atracones esto me ha ayudado a bajar de peso.
Esta nueva forma ha reestructurando mi vida social, porque ya no evito asistir a los lugares que me invitan, ni sufro al ver la carta, solo mido mis cantidades pero como de todo.
— Anónimo