Para algunas personas puede ser la vacación más esperada en el año, ir a la playa, untarse bloqueador y usar traje de baño todo el día… y mejor aún, si vamos con personas que aseguran una fiesta día y noche.
Para otras personas puede ser una ola abrumadora, por un lado, el deseo de pasar el tiempo entre carcajadas, juegos y fiesta pero por otro lado, el temor de mostrarse en traje de baño, inevitablemente llegan las comparaciones de su cuerpo con los de otras personas del grupo o incluso con su propio cuerpo, el de antes… una lucha constante entre el placer de ir a la playa y la incomodidad.
“¿qué van a decir de mi cuerpo?” “¡ni cómo cubrir las lonjas!” “estoy más delgada pero no lo suficiente” “siento vergüenza con la celulitis” “¡que horror! Mejor no voy” “soy la que tiene el cuerpo más grande” “no se nota el tiempo que he pasado en el gimnasio”
Es probable que algunas personas lleven un tiempo trabajando en el tema de la confianza corporal y que intelectualmente lo comprendan, eso no quiere decir que todas sus inseguridades hayan desaparecido, que la vergüenza se haya quedado atrás, también su historia va a la playa. Y quizá es desde ahí que surge el temor a revivir lo que ya fue.
Considerando que el trabajo sobre la aceptación de su cuerpo ha surtido efecto y ahora están más cómodos en su talla, este viaje a la playa puede ser un paso más hacia la conexión con el cuerpo, a la libertad y a la alegría de estar en su propio cuerpo.
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Antes de llegar a la playa, te comparto unos tips que pueden apoyarte:
1. Mírate con tus propios lentes.
Si siempre te miras con la visión que tienen otros sobre cómo es el estereotipo de moda, te pierdes la oportunidad de verte con tus propios ojos.
Las personas que piensan que su cuerpo no es el adecuado, evitan salir en la foto, no se miran en espejos de cuerpo completo y en realidad, necesitas hacer lo contrario y ver tu reflejo. Mírate con la ropa de playa en el espejo, siéntate, agáchate, enróllate, familiarízate con esa imagen, es la tuya. Y sin importar el tamaño o forma del cuerpo, es el que te llevará a la playa y con el que puedes tener momentos de felicidad y diversión.
2. Elige la ropa con la que te sientes cómoda en todo sentido.
Estas construyendo una imagen corporal saludable para ti y eso puede provocar que quieras salir de lo habitual, está bien probar trajes de baño nuevos o ropa más pequeña, pero no hace falta que te desafíes hasta estar incomoda. Lo correcto es lo que te hace sentir bien y no lo que crees que otras personas quieren vestir.
No se trata de que escondas tu cuerpo sino que uses la ropa que te gusta y que te ayuda a sentirte más segura en ese espacio, con esas personas y en ese momento.
3. Recuerda que no se trata de culpa sino de tratarte con amor.
Cuando empezamos a trabajar con la confianza y aceptación escuchamos la frase “ama tu cuerpo” y cuando nos cachamos criticándolo sentimos culpa por no haberlo logrado. Desde mi punto de vista en el momento en que iniciaste un proceso de cambio en tu imagen y percepción corporal estas actuando desde el amor, no crees?
Entonces, tratarte con amor es lo importante, aunque todavía no sientas que lo aceptas al cien por ciento ya estás en un camino amoroso. Cuando te descubras con esos pensamientos negativos, aun en tono de broma, regresa al respeto por ti y tu proceso de cambio, cuídate desde el amor.
4. Olvida la idea de que eres el centro de atención.
Es común tener la creencia de que al llegar a la playa con traje de baño todos pondrán sus miradas en tu cuerpo, como una fantasía que aparece en cámara lenta. La realidad es que la mayoría de las personas están en lo suyo y no dejarán lo que están haciendo para criticarte, quítate esa idea de la cabeza.
Usa la ropa que elegiste, con la que ya sabes cómo te ves y te sientes cómoda, créelo en pocos minutos pasará la incredulidad y llegará la confianza para pasar un buen rato.
5. Observa todo tipo de cuerpos.
La mayoría de las veces que nos sentimos inseguros llega la comparación, en este caso más que evitarlo te invito a que observes todo tipo de cuerpos, en la playa hay personas de todas las edades, tamaños, formas, colores, etc.
De esta forma es posible que te des cuenta que del estereotipo de moda hay pocos o ninguno y que sin filtros y sin ser una foto editada, todos tenemos rollitos, lonjas, cicatrices, estrías, panza, arrugas, kilos extras, cadera, pechos, ojos, brazos… y todos están en la playa con su cuerpo.
6. AgradeceTE haber llegado.
No sólo haber llegado a la playa sino estar haciendo lo posible para sentirte bien contigo y con tu cuerpo. Abrázate con tus dudas, con tus aciertos y desaciertos, recuerda que estas aprendiendo una forma diferente de estar en ti.
¡Felices vacaciones!
Psict. Marisol Santillán